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lunes, 1 de enero de 2024

TEXTO COMENTADO DE EL ÁRBOL DE LA CIENCIA

 —Sí, nos ha quitado terrores —exclamó Iturrioz—; pero nos ha quitado también vida. ¡Sí, es

la claridad la que hace la vida actual completamente vulgar! Suprimir los problemas es muy

cómodo; pero luego no queda nada. Hoy, un chico lee una novela del año treinta, y las

desesperaciones de Larra y de Espronceda, y se ríe; tiene la evidencia de que no hay

misterios. La vida se ha hecho clara; el valor del dinero aumenta; el burguesismo crece con

la democracia. Ya es imposible encontrar rincones poéticos al final de un pasadizo tortuoso;

ya no hay sorpresas.

—Usted es un romántico.

—Y tú también. Pero yo soy un romántico práctico. Yo creo que hay que afirmar el conjunto

de mentiras y verdades que son de uno hasta convertirlo en una cosa viva. Creo que hay

que vivir con las locuras que uno tenga, cuidándolas y hasta aprovechándose de ellas.

—Eso me parece lo mismo que si un diabético aprovechara el azúcar de su cuerpo para

endulzar su taza de café .

—Caricaturizas mi idea, pero no importa.

—El otro día leí en un libro —añadió Andrés burlonamente— que un viajero cuenta que en

un remoto país los naturales le aseguraron que ellos no eran hombres, sino loros de cola

roja. ¿Usted cree que hay que afirmar las ideas hasta que uno se vea las plumas y la cola?

—Sí; creyendo en algo más útil y grande que ser un loro, creo que hay que afirmar con

fuerza. Para llegar a dar a los hombres una regla común, una disciplina, una organización,

se necesita una fe, una ilusión, algo que, aunque sea una mentira salida de nosotros

mismos, parezca una verdad llegada de fuera. Si yo me sintiera con energía, ¿sabes lo que

haría?

—¿Qué?

—Una milicia como la que inventó Loyola con un carácter puramente humano: la Compañía

del Hombre .

—Aparece el vasco en usted.

—Quizá.

—¿Y con qué fin iba usted a fundar esa compañía?

—Esta compañía tendría la misión de enseñar el valor, la serenidad, el reposo; de arrancar

toda tendencia a la humildad, a la renunciación, a la tristeza, al engaño, a la rapacidad, al

sentimentalismo…


Pío Baroja, El árbol de la ciencia.


1. Identifique las ideas del texto y exponga esquemáticamente su organización

(1,5 p).

1. Ausencia de problemas trascendentales, vida más fácil.

1.1. Burla de los jóvenes hacia los problemas del pasado.

2. Defensa por parte de Iturrioz de la necesidad de tener ideales por los que luchar.

2.1. Estos ideales deben ser defendidos hasta las últimas consecuencias,

convirtiéndolos en una “verdad” para todos.

3. Iturrioz fundaría una compañía con la finalidad de enseñar el valor y renunciar a la

humildad.


Este texto tiene una estructura textual dialogada ya que muestra una conversación entre

Andrés Hurtado y su tío Iturrioz, en cuanto al contenido de la conversación, el fragmento

adquiere una estructura argumentativa ya que a través de sus intervenciones lo que

defiende es una tesis de forma inductiva: el hombre debe tener ideales por los que luchar y

tratar de convencer a los demás de su importancia.

2. La intención comunicativa de Pío Baroja en este fragmento es demostrar que el hombre,

por naturaleza, necesita tener ideales u objetivos por los que luchar ya que esto da sentido

a la vida, incluso cuando estos puedan resultar innecesarios o no tengan base científica ya que es un

 mecanismo puramente humano.

domingo, 17 de diciembre de 2023

EL MALTRATO A LA MUJER EN EL ÁRBOL DE LA CIENCIA

 

EL MALTRATO A LA MUJER 

 El maltrato de la mujer es algo generalizado a lo largo de toda la obra, pero podemos observar diferentes ejemplos, tanto físicos como mentales. El primero de ellos podríamos verlo en la pobre Dorotea y su hija en Alcolea, quienes son agredidas mental y físicamente por el bárbaro de su marido (Pepito), este constantemente la llama inútiles, las insulta y degrada, al igual que golpea en pos de un sentimiento de superioridad debido a su falta de inteligencia y el machismo de la época. También podemos observar otro ejemplo como la mujer que se tiró en Alcolea. También maltratada y amenazada de muerte por su marido.

Otros casos los vemos en los burdeles de Madrid donde tratan de forma horripilante a las mujeres, siendo raptadas, maltratadas y prostituidas hasta la muerte.

Asimismo ,en todas las mujeres en general, como Margarita, quien, aunque no sea agredida, se suprime parte de su libertad de acción por los valores sociales de la época. Podemos sumar el caso de la Venancia, una señora mayor que vive explotada laboralmente por su hija y su yerno Manolo.

Por lo que se concluye que la obra muestra la crueldad contra la mujer en la época.

sábado, 16 de diciembre de 2023

FRAGMENTOS DONDE SE TRATA LA RELIGIÓN EN EL ÁRBOL DE LA CIENCIA

 Si alguna persona devota le reprochaba la inconveniencia de sus palabras, el cura cambiaba de voz y de gesto, y con una marcada hipocresía, tomando un tonillo de falsa unción, que no cuadraba bien con su cara morena y con la expresión de sus ojos negros y atrevidos, afirmaba que la religión nada tenía que ver con los vicios de sus indignos sacerdotes"



LA RELIGIÓN EN 'EL ÁRBOL DE LA CIENCIA' 
(fragmentos escogidos)

1. Menos el sentido religioso, la mayoría no lo tenían, ni les preocupaba gran cosa la religión; los estudiantes de las postrimerías del siglo XIX venían a la corte con el espíritu de un estudiante del siglo XVII, con la ilusión de imitar, dentro de lo posible, a Don Juan Tenorio y de vivir.

2. Si alguna persona devota le reprochaba la inconveniencia de sus palabras, el cura cambiaba de voz y de gesto, y con una marcada hipocresía, tomando un tonillo de falsa unción, que no cuadraba bien con su cara morena y con la expresión de sus ojos negros y atrevidos, afirmaba que la religión nada tenía que ver con los vicios de sus indignos sacerdotes. 

Algunos internos que le conocían desde hacía algún tiempo y le hablaban de tú, le llamaban Lagartijo, porque se parecía algo a este célebre torero. 

—Oye, tú, Lagartijo —le decían.

 —Qué más quisiera yo —replicaba el cura— que cambiar la estola por una muleta, y en vez de ayudar a bien morir ponerme a matar toros. 

Como perdía en el juego con frecuencia, tenía muchos apuros. Una vez le decía a Andrés, entre juramentos pintorescos: 

—Yo no puedo vivir así. No voy a tener más remedio que lanzarme a la calle a decir misa en todas partes y tragarme todos los días catorce hostias. A Hurtado estos rasgos de cinismo no le agradaban. 

3. Andrés se hizo amigo de las hermanas de la Caridad de su sala y de algunas otras. 

Le hubiera gustado creer, a pesar de no ser religioso, por romanticismo, que las hermanas de la Caridad eran angelicales; pero la verdad, en el hospital no se las veía más que cuidarse de cuestiones administrativas y de llamar al confesor cuando un enfermo se ponía grave.

 Además, no eran criaturas idealistas, místicas, que consideraran el mundo como un valle de lágrimas, sino muchachas sin recursos, algunas viudas, que tomaban el cargo como un oficio, para ir viviendo. 

Luego las buenas hermanas tenían lo mejor del hospital acotado para ellas... Una vez un enfermo le dio a Andrés un cuadernito encontrado entre papeles viejos que habían sacado del pabellón de las hijas de la Caridad. 

Era el diario de una monja, una serie de notas muy breves, muy lacónicas, con algunas impresiones acerca de la vida del hospital, que abarcaban cinco o seis meses. 

En la primera página tenía un nombre: sor María de la Cruz, y al lado una fecha. Andrés leyó el diario y quedó sorprendido. Había allí una narración tan sencilla, tan ingenua de la vida hospitalesca, contada con tanta gracia, que le dejó emocionado. 

Andrés quiso enterarse de quién era sor María, de si vivía en el hospital o dónde estaba. 

No tardó en averiguar que había muerto. Una monja, ya vieja, la había conocido. Le dijo a Andrés que al poco tiempo de llegar al hospital la trasladaron a una sala de tíficos, y allí adquirió la enfermedad y murió.

 No se atrevió Andrés a preguntar cómo era, qué cara tenía, aunque hubiese dado cualquier cosa por saberlo. 

Andrés guardó el diario de la monja como una reliquia, y muchas veces pensó en cómo sería, y hasta llegó a sentir por ella una verdadera obsesión...

4. —No, no estoy conforme. La ciencia es la única construcción fuerte de la humanidad. Contra ese bloque científico del determinismo, afirmado ya por los griegos, ¿cuántas olas no han roto? Religiones, morales, utopías; hoy todas esas pequeñas supercherías del pragmatismo y de las ideas-fuerzas..., y sin embargo, el bloque continúa inconmovible, y la ciencia no sólo arrolla estos obstáculos, sino que los aprovecha para perfeccionarse. 

—Sí —contestó Iturrioz—; la ciencia arrolla esos obstáculos y arrolla también al hombre. 

—Eso en parte es verdad —murmuró Andrés, paseando por la azotea.

5. —¡Pensar que este hombre y otros muchos como él viven en esta mentira, envenenados con los restos de una literatura, y de una palabrería amanerada es verdaderamente extraordinario! En cambio, don Blas miraba a Andrés sonriendo, y pensaba: ¡Qué hombre más raro! Varias veces discutieron acerca de religión, de política, de la doctrina evolucionista. Estas cosas del darwinismo como decía él, le parecían a don Blas cosas inventadas para divertirse. Para él los datos comprobados no significaban nada. Creía en el fondo que se escribía para demostrar ingenio, no para exponer ideas con claridad, y que la investigación de un sabio se echaba abajo con una frase graciosa. 

6. A pesar de su divergencia, don Blas no le era antipático a Hurtado. 

La mujer del secretario del ayuntamiento y presidenta de la Sociedad del Perpetuo Socorro, le dijo un día: 
—Usted, Hurtado, quiere demostrar que se puede no tener religión y ser más bueno que los religiosos. 

—¿Más bueno, señora? —replicó Andrés—. Realmente, eso no es difícil.

7. La religión y la moral vieja gravitan todavía sobre uno —se decía—; no puede uno echar fuera completamente el hombre supersticioso que lleva en la sangre la idea del pecado. Muchas veces, al pensar en el porvenir, le entraba un gran terror; sentía que aquella ventana sobre el abismo podía entreabrirse

8. Entre los dueños de las casas de lenocinio había personas decentes: un cura tenía dos, y las explotaba con una ciencia evangélica completa. ¡Qué labor más católica, más conservadora podía haber, que dirigir una casa de prostitución! Solamente teniendo al mismo tiempo una plaza de toros y una casa de préstamos podía concebirse algo más perfecto.

De aquellas mujeres, las libres iban al registro, otras se sometían al reconocimiento en sus casas.

Andrés tuvo que ir varias veces a hacer estas visitas domiciliarias.




LA ATARAXIA EN EL ÁRBOL DE LA CIENCIA

 

LA ATARAXIA

La ataraxia es un estado de contemplación del mundo , la inacción contra un mundo egoísta e irremediable, que viene de filosofías pesimistas como la de Schopenhauer , que al creer que el mundo , la sociedad  y la humanidad misma están condenadas a la codicia, el egoísmo, el engaño y la injusticia de manera arraigada e imposible de eliminar y al creer estar determinados a este sufrimiento se decide no actuar , solo contemplar puesto que es imposible contra la irremediable injusticia y crueldad del mundo.

Esta posición filosófica que  toman personajes del libro como Iturrioz o Andrés, al comprender lo marchito de la sociedad y simplemente dejar pasar para no sufrir.  No obstante, esta actitud provocará en   Andrés desidia y  no conseguirá la felicidad, no encuentra sentido a la vida por lo optará por el suicidio.

jueves, 14 de diciembre de 2023

EXPLIQUE EL TÍTULO DE LA OBRA EL ÁRBOL DE LA CIENCIA por Aitor Montiel

 

EXPLIQUE EL TÍTULO DE LA OBRA EL ÁRBOL DE LA CIENCIA

 

EL título de la obra es explicado con claridad en una de las conversaciones entre Andrés e Iturrioz, pues este viene del Génesis de la Biblia donde en el paraíso nos encontramos con el árbol de la ciencia y el árbol de la vida. El primero da conocimiento, pero trae tristeza, desesperanza y desilusión, aquel que decide comer de ese fruto agrio que le revela la verdad sobre el irremediable mundo, mientras tanto, el árbol de la vida trae el desconocimiento y la ignorancia, y con eso trae el placer y la alegría. Según Iturrioz, el fruto del árbol de la ciencia trae consigo un espíritu de mejora que te acaba destruyendo por dentro. Para Iturrioz la ignorancia es la verdadera felicidad y el conocimiento y dolor y así es como casi toda la sociedad española tomaba el fruto de la vida ignorando los problemas de España y viviendo en un falso espejismo, así como aquellos prisioneros en la caverna de Platón.

Debes elegir entre  conocimiento o felicidad .Andrés elige el conocimiento y vivir en apatía y desesperanza, pero consciente de las injusticias, mientras la España ignorante se revuelca feliz en el lodo.

EL TEMA DE ESPAÑA EN EL ÁRBOL DE LA CIENCIA

 

EL TEMA DE ESPAÑA EN EL ÁRBOL DE LA CIENCIA POR AITOR MONTIEL DE 2º DE BACH C

 

Baroja trata el tema  de España - tema clásico de la generación del 98- de diversas formas, especialmente tomando una postura brutalmente crítica con la sociedad española.

Baroja es lector de Schopenhauer , autor del que saca mucho conocimiento ,para formar sus críticas. Primeramente, con la religión , siendo tanto él como los personajes Andrés e Iturrioz abiertamente anticlericales. Denuncia los males de la religión y la corrupción de la Iglesia. Se pueden ver ejemplos  desde los dogmas de fe que comenta Iturrioz hasta el caciquismo en los pueblos y la corrupción del clero con miembros que están metidos en casinos y burdeles los cuales cometen actos completamente opuesto a lo que pregonan.

Baroja se muestra influido por autores como Nietzsche o Schopenhauer. Los males que han traído la religión occidental al igual que la naturaleza codiciosa en vez de caritativas de la Iglesia se plasman en conversaciones y ejemplo de la obra. Además, muestra un antisemitismo y una oposición a la usura muy mordaces.

 Respecto al nacionalismo y la política, Baroja vuelve a mostrar una posición crítica, criticando a esos  falsos patriotas que claman por España pero tras las derrotas muestran indiferencia. En política, muestra una postura antiturnismo, que se representa muy bien en Alcolea, pues los mochuelos conservadores y ratones liberales se turnaban en el poder viendo quién robaba más. Muestra el conflicto entre monárquicos y republicanos y da una pincelada de anarquismo con Andrés, quien llama por una revolución utópica. En la obra también se muestra la absoluta ruina de España en lo social, educación decadente, hospitales crueles y sin higiene, injusticias, desigualdades sociales, una España atrasada, sin avances científicos que deja marchar las innovaciones , una España decadente y corrupta, consumida por parásitos e inútiles y un despotismo abrumador.

 España para Baroja se encuentra consumida por el egoísmo, la sumisión y la injusticia, una España donde hasta los universitarios son un basto gallinero. Una España venida a menos y corrupta hasta la médula que asume su destino y no lucha por mejorar.