JOSE MARÍA DE PEREDA
José María de Pereda (Polanco-Santander, 1833-1906) es uno de
nuestros primeros escritores decididamente realistas. Solo estorba el afán de
objetividad su marcado conservadurismo social, su integrismo religioso y su
puritanismo. Sus mejores novelas son las ambientadas en su tierra natal: Peñas arriba y Sotileza. Además de ofrecernos
descripciones soberbias del mar y los montes santanderinos , recrea con
singular fortuna el habla coloquial de sus gentes.
Sotileza
Un día de pesca
Andrés madrugó al día siguiente más que
el sol,
y fue a
la misa primera que decía en San Francisco el padreApolinar para
los pescadores de
la calle Alta. Muergo, que había ido a llamarle, llevaba los aparejos y la cesta con las provisiones de boca para todo
el día; provisiones que
la capitana había preparado por
la noche,
según lo teníapor costumbre cada vez que su hijo iba de pesca. ¡Era de oír a la mujer de don Pedro Colindres cuando, delante de su hijo, acomodaba en la cesta cada cosa!
-Dos, cuatro, siete..., diez... Una docena justa de huevos duros te he puesto. ¿Tendréis bastante? En este envoltorio de papel van rajas de merluza frita: dos libras y media. Por supuesto, que
si dejas meter las manazas a esa gente, no te queda a ti
para probarla... ¡No comieran rejones atravesados!
¡Hijo, yo no sé cuándo has
de perderesa condenada afición tan peligrosa! Y todo,
para venir abrasado del sol y del viento, y apestando la casa a esas inmundicias...; y lo peor es que el mejor día, si no
te quedas allá, coges un tabardillo que te lleva... Vamos, no
te amosques, que por tu bien te lo digo... Aquí va una empanada de jamón con pollo... Éstas son salchichas..., tresdocenas. Procura que
se harten con ellas esos hambrones, para que te quede a ti más de lo
otro. Para cinco hepuesto. Si no son más, porque a ti
se te pega siempre medio Cabildo,
que coman clavos o
que se arreglen con lo que haya. ¡Dará gusto ver a tu amigo Muergo chuparse los dedazos y relamerse los hocicos de cerdo!... ¡Buenaeducación y buenos modales aprenderás a
su lado! ¡Hijo, qué gustos más arrastrados tienes, y qué rabia me da no poder arrancártelos de cuajo!... Pero la culpa la tiene tu padre, que te los consiente, si es que no te
los aplaude. ¡Sí, sí, Andrés! ¡Te lo digo como lo siento!; y tienes que oírmelo,
porque eso es lo menos a que estás obligado... Una ración buena de pasta de guayaba,
para ti solo; medio queso de Flandes y dos libras de galletas dulces, para todos...Seis libras de pan...
¿Cuántas botellas de vino pongo? ¿Tendréis bastante con cuatro? Vamos, te pondré seis; porque esa gente ¡tiene un saque!... La servilleta fina. ¡Cuidado con que
les consientas limpiarse las manazas con ella!
Para eso van estas dos rodillas grandes. El vaso para ti... y
otro para ellos. Tenedores, cuchillos... Fortuna que la cesta no es chica, que si no...
Ya estás aviado de
lo principal...
Sobre la cama te pondré el vestido de mar y el abrigo, por si el Nordeste refresca...
¡Y por el amor de Dios, hijo mío!,
no salgas muy afuera ni vuelvas tarde; ¡porque tú no sabes lo que yo
me consumo pensando en
lo que podrá sucederte!
¡Qué misa de tres se va a cantar en San Francisco el día en que esa condenada afición se te acabe... y vayan las cosas por
donde deban ir!
SITUACIÓN DE LA OBRA Y DE SU AUTOR
Sotileza es un célebre libro de José María de Pereda.
Se incluye dentro de la novela realista de carácter regional de la segunda
mitad del siglo XIX. Refleja el ambiente marinero de la tierra cántabra.
VOCABULARIO Y CUESTIONES LINGÜÍSTICAS
Lenguaje plenamente coloquial.
Cabe aclarar el significado de las siguientes palabras:
Libra : medida de peso cuyo valor varía según
las regiones ; equivale aproximadamente a unos 400 grs.
Tabardillo: Insolación.
Pasta de guayaba: Jalea o mermelada hecha de guayaba,
fruta procedente de América, del tamaño de una pera, con la carne llena de
granitos o semillas pequeñas.
Rodilla: Paño basto que se usa para limpiar
la cocina.
TEMA
Nos habla de los preparativos que la madre de Andrés hace
para que su hijo vaya de pesca al día siguiente.
Sus palabras dejan traslucir el temor a que los amigos que lo
acompañan se aprovechen de él y le quiten sus pertenencias.
ESTRUCTURA
Los dos párrafos son de naturaleza muy distinta. En el
primero habla el narrador en 3ª persona y en pasado. Sirve para introducir la
acción y presentar a los personajes.
El segundo reproduce el estilo directo (presente) las
palabras de la capitana. Aunque es un diálogo , viene a convertirse de hecho en
un monólogo . Cronológicamente la acción del segundo párrafo es anterior a la
del primero.
RECURSOS EXPRESIVOS
-Expresiones típicas del habla cotidiana: “era de oír ,
condenada afición, el mejor día, vamos, no te amosques, hambrones, se te pega,
qué gustos más arrastrados, arrancártelos de cuajo, ¡tiene un saque!, chica,
estás aviado…
-Abundantes
exclamaciones e interrogaciones.
-Muchas frases quedan en el aire (puntos suspensivos).
-Cuantificación muy precisa de las viandas y otros complementos.
-Símil enfático: madrugó al día siguiente más que el sol.
-Aumentativos despectivos: manazas , dedazos.
-La palabra “hambrones”, aunque tiene forma de aumentativo,
es más bien despectiva.
-Imprecación (maldición): ¡No
comieran rejones atravesados!
-Animalización: relamerse
los hocicos de cerdo.
-Ironía: ¡Buena educación
y buenos modales aprenderás a su lado!
-Frase imperativa: y
tienes que oírmelo.
CARACTERIZACIÓN DE LOS PERSONAJES
El personaje central es la madre de Andrés, que muestra un
excesivo celo en el cuidado de su hijo. Desconfía de todos los que se acercan a
él, sobre todo si son más pobres y pueden quitarle algo.
De Andrés, Muergo y don Pedro Colindres no conocemos más que
la opinión que a ella le merecen.
REDACCIÓN DEL COMENTARIO
Sotileza es uno de los más célebres libros de
José María de Pereda, cultivador de la novela realista de carácter regional,
que floreció en la segunda mitad del siglo XIX. En sus obras describe los
ambientes marineros y montañeses de su tierra cántabra. Evoca con nostalgia un
mundo llamado a desaparecer .
La novela que comentamos refleja con singular viveza la
existencia y costumbres de los pescadores santanderinos.
TEMA Y ESTRUCTURA
Todo el texto gira en torno a los preparativos que la madre
de Andrés hace para que el muchacho vaya de pesca al día siguiente. Pero este
asunto , en apariencia inocuo , deja traslucir los sentimientos del personaje.
Percibimos los recelos que le inspiran los amigos de su hijo.
Los considera unos gorrones maleducados que se aprovechan de sus bienes y que,
naturalmente, contagian al angelito toda clase de vicios y malas costumbres.
El texto consta de dos partes muy diferenciadas. El primer
párrafo está puesto en boca del narrador omnisciente, característico de la
novela realista. Nos cuenta , desde fuera, en 3ª persona algo que ya ocurrió
(tiempo pasado). Este fragmento , de carácter introductorio, sirve para
localizar la acción y presentar a los personajes.
El segundo párrafo reproduce en estilo directo las palabras
que la capitana dirige a su hijo. Predomina , por tanto, el tiempo presente y
la 2ª persona. Es, en realidad, un diálogo porque Andrés está presente y a él
le habla su madre. Sin embargo, viene a convertirse de hecho en un monólogo
porque todo se lo guisa y se lo come ella sola, sin contar para nada con la
opinión del chico. En un único momento parece que Andrés sale de su pasividad y hace algún gesto o
intenta meter baza, lo que provoca una reacción inmediata de la madre: “Vamos,
no te amosques”.
En este larguísimo parlamento de la mujer de don Pedro
Colindres se alternan el recuerdo de las provisiones, los ataques a Muergo y
sus compinches, y las quejas, súplicas y consejos maternales. Cuando más
enfrascada está en sus amonestaciones, se interrumpe para contar las salchichas
o las botellas.
Cronológicamente , la acción del primer párrafo (día de
pesca) es posterior a la del segundo (víspera por la noche).
LENGUAJE Y RECURSOS EXPRESIVOS
El lenguaje es netamente coloquial, incluso cuando habla el
narrador. Este rasgo se acentúa , sin embargo, en las palabras del protagonista.
Abundan las expresiones que son características en él: era de oír (tono ponderativo), condenada
afición, el mejor día, vamos, no te amosques, hambrones, se te pega, qué gustos
más arrastrados, chica, estás aviado… No faltan las típicas frases hechas: arrancártelos de cuajo, ¡tiene un saque!.
La sintaxis es muy
sencilla. En especial cuando toma la palabra la madre de Andrés , las
frases son muy cortas, rasgo típico del habla coloquial y espontánea. Muchas de
ellas quedan en el aire mediante puntos suspensivos. La mujer, llevada por su
vehemencia, pasa de una cosa a otra sin preocuparse de completar la frase que
ha empezado.
Hay una gran cantidad de exclamaciones ya que la capitana
pone mucho énfasis en sus palabras. También incluye varias frases
interrogativas, a las que acaba contestándose ella misma.
Continuamente se hace una cuantificación muy precisa de las
viandas y otros complementos que van en la cesta. Sin duda es porque nuestro
personaje tiene mucho interés en recalcarlo.
Los aumentativos
despectivos “manazas” y “dedazos” son fiel expresión del escaso aprecio que
la buena señora tiene a los amigos de su hijo. Mayor carga peyorativa encierra
aún la palabra “hambrones”. Aunque presenta la misma forma que los
aumentativos, en realidad no lo es. Se trata de una voz coloquial creada a
imitación de estos para reflejar una actitud que se considera desmesurada.
En el capítulo de expresiones hirientes se incluye también una violenta maldición: “No comieran
rejos atravesados!”, y la animalización de que es víctima el pobre Muergo (“relamerse
los hocicos de cerdo”). Las palabras de la capitana se tiñen de ironía cuando
afirma (recalcando el adjetivo): “¡Buena educación y buenos modales aprenderás
a su lado!”. Con la frase imperativa “y tienes que oírmelo” apela a una
autoridad que ha de contentarse con esa aparente sumisión . Ya que no puede
evitar que su hijo vaya de pesca, “eso es lo menos a que estás obligado”.
Señalemos, por último, el
símil enfático que encabeza el texto: “madrugó al día siguiente más que el
sol”, con el que el narrador pretende ponderar la prontitud del muchacho para
disponerse a pescar.
CARACTERIZACIÓN DE LOS PERSONAJES
La voz cantante la lleva la madre de Andrés, una mujer algo
cascarrabias que solo piensa en que a su hijo no le falte de nada. Le desagrada
que se junte con compañeros que ella cree que pueden perjudicarle, sobre todo
si son más pobres. Sufre porque se ve impotente para quitar al chico la afición
a la pesca, que considera peligrosa , y se desahoga echándole la culpa al
padre.
Al caracterizar al personaje se ha guardado perfectamente el decoro ya que su forma de hablar cuadra
muy bien con el estatus de clase media que parece tener . Además , sus palabras
son un libro abierto en el que podemos leer muchas cosas sobre su íntima
personalidad.
De Andrés, el hijo mimado, y de Muergo, blanco principal de
las iras de la madre, solo sabemos lo que nos dice ella. Es un juicio demasiado
parcial. De rebote se alude a don Pedro Colindres, al que se culpa de no saber
educar a su hijo.
CONCLUSIÓN
En este gracioso “monólogo” vemos cómo un hecho trivial (la
preparación de las provisiones para un día de pesca) puede dar lugar a que se
exteriorice el fondo del alma de un personaje. Sus palabras, rebosantes de
inquina y pasión-aunque mezcladas con la enumeración de alimentos y
utensilios-, revelan sus odios y afectos, su marcada conciencia de clase, sus
desavenencias conyugales…
En suma, un retrato de cuerpo entero, que dista mucho de
suscitar nuestras simpatías, pese a la angustia que humaniza la voz de la
protagonista cuando desahoga su impotencia para evitar el sufrimiento que le
producen las salidas del hijo.
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