domingo, 18 de noviembre de 2018

Comentario léxico-semántico de la Rima XLI de Bécquer


Rima XLI
Tú eras el huracán, y yo la alta
torre que desafía su poder.
¡Tenías que estrellarte o que abatirme...!
¡No pudo ser!

Tú eras el océano; y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén.
¡Tenías que romperte o que arrancarme...!
¡No pudo ser!

Hermosa tú, yo altivo; acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder;
la senda estrecha, inevitable el choque...
¡No pudo ser!


Bécquer. Lleva a la perfección el sentimentalismo poético en sus Rimas, elevándolo en calidad, estilizándola en sus medios expresivos y despojándola de toda adherencia no lírica. La poesía alcanzó un estado de pureza absoluta, es la palabra desnuda.
     Bécquer confió a mecanismos de repetición la creación de un ritmo intenso: anáforas, paralelismos, reiteraciones léxicas. El sentimiento quedó disuelto en estados de ánimo fragmentados que pasan del amor al dolor, del canto a la belleza, al tiempo y la muerte, de la celebración del beso a la traición. La naturaleza y el arte, referencias pasajeras, emergen en el fondo como símbolo y contraste de la emoción: la rosa en el pecho, la ola rompiente, las azules campanillas, el imponente templo, la estatua dormida. Los ideales simbolistas quedaron así plenamente realizados. Por eso, es Bécquer el origen de la poesía moderna.  (Navas, 45).

INTRODUCCIÓN
El texto propuesto es de Gustavo Adolfo Bécquer, en concreto de su obra Rimas de 1870 (Segunda mitad del siglo XIX), obra del postromanticismo español, de los años 60 y 70. Es un poema cuyo tratamiento del “Tú” al “Yo” es muy característico de esta obra y este autor, donde el “Yo” es el propio poeta y el “Tú” la amada.
TEMA:
Desengaño por incompatibilidad de caracteres. Es un tema característico del Romanticismo , ya desde 1835, tanto en poesía como en teatro.


ESTRUCTURA:
Su estructura es discontinua, pues aparecen tres versos como argumento y el último verso de cada estrofa de cuatro constituye la tesis. Son tres estrofas paralelísticas que concluyen con el enunciado “¡No pudo ser¡”, que es bastante sentencioso, sin embargo los anteriores no lo son tantos pues incluyen puntos suspensivos. “¡Tenías que estrellarte o abatirme…!

En cuanto a los motivos del texto se ha de decir que Bécquer no toma de la tradición romántica ninguno de ellos, pues ha tomado cuatro sustantivos de la naturaleza como “Huracán, torre, océano, roca”. Los cuales ha tratado de manera muy particular , condicionado por el esquema en contraste entre el poeta y la dama , simbolizando él el huracán y el océano que representa el carácter enérgico de ella y la torre y la roca la soberbia de él . Nos encontramos con sentidos nuevos para términos como “huracán”, puesto que no hace alusión a un ambiente típicamente romántico. No representa la naturaleza , sino el mencionado carácter de ella. Estamos , pues, en los albores del Simbolismo que con Bécquer se adelanta al Modernismo. Una connotación novedosa también nos la aporta el término “océano”, que aquí , en correspondencia con el término “huracán” se refiere a la actitud dominante de ella.
Con respecto a las palabras clave del poema desde mi punto de vista quedan resaltados los pronombres “Tú” y “yo”, a los que se aplican los motivos antes  citados para marcar el contraste entre el amado y la amada.
En cuanto al léxico , hace un uso de un léxico disperso , ya que no utiliza elementos de un mismo campo semántico, en el que los semas se vean de una manera muy clara , sino que crea un campo semántico propio para el texto en torno a las cualidades que él ha destacado , tanto de la dama como de sí mismo.
Por otro lado, junto a los sustantivos con valores altamente connotativos sobresale, en contraste, el valor sígnico de los verbos , ya que escoge verbos como “estrellarte”, “abatirme”, “romperme”, “arrollar”, palabras que podría decir que son de un léxico concentrado , tomadas del lenguaje coloquial en su vertiente hiperbólica. Por lo tanto , en este poema se pone de manifiesto que el autor ha sabido aunar elementos simbólicos altamente sugerentes con un lenguaje más desgarrado que parece apuntar a la sinceridad de los amantes que han llegado al desencuentro. Ej: “Arrebatarme”, “romperte”. Señalamos la habilidad de Bécquer para poetizar llevando a un mismo poemas sustantivos de contenido simbólico y verbos que nos llevan al realismo puro.
En cuanto a los pronombres , su uso es muy marcado y están a tono con el contraste que se establece en el poema entre el poeta y la amada.
Son destacables los adjetivos epítetos , el autor los usa para referirse al amante, como “Alta torre”, pero no los utiliza para ella, así muestra intimismo y sinceridad en la descripción de sí mismo.
De las palabras testigo resalta la palabra “hermosa” porque es la única que tiene que ver con las características físicas frente a otras como las metáforas “huracán” o “torre” así como el adjetivo “altivo” los cuales describen el carácter moral o psicológico.
También llama la atención el vocablo “choque” pues es un término poco poético y coloquial.
El poema posee además epifonema , que con la exclamación podríamos adjudicarle la categoría de sentencia : “¡No pudo ser¡”; las metáforas “Huracán” y “Océano” para referirse al carácter tempetuoso de la dama; antítesis entre “huracán” y “torre” y “océano” y “roca”; así como los antónimos “Arrollar”y “no ceder”.
El texto avanza por medio de la antítesis ya que lo que se establece en todo el poema es establecer un contraste entre el carácter de uno y otro.
Hay una insistencia en marcar el carácter altivo de él frente a la personalidad arrolladora de ella, es decir, en lugar de aparecer nuevos argumentos a lo largo del poema aparece una insistencia en destacar estos rasgos morales. Para ello utiliza sinónimos contextuales , propios del léxico disperso, a través de las metáforas “huracán –torre”; “océano-roca”;  y “altivo- hermosa, arrolladora”.
Aunque estamos ante un poema que muestra una temática propia del romanticismo como es la del fracaso amoroso y es también un poema característico de Bécquer porque es un poema del “tú” al “yo”, se ha de decir que el léxico empleado es realista, con palabras como: “choque, romperte o estrellarte”. Bécquer antes de Juan Ramón y Machado ya apunta al cultivo del símbolo antes de los poetas modernistas





1 comentario:

  1. Este comentario no es el que yo pido a los alumnos de 4º de la E.S.O. de buscar los rasgos del Romanticismo, pero algunos datos les pueden servir.

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